Musas, personificación de la inspiración

Origen de las musas

Las musas, en la mitología griega, son las diosas que inspiraban a los poetas y grandes artistas, creadores y filósofos.

Según el relato de Hesíodo, las musas eran nueve (según otros autores, eran siete o, incluso tres) y eran hijas de Zeus y la titánide Mnemósine (la memoria, de ahí viene las reglas mnenotécnicas). Nacieron en Pieria, al pie del monte Olimpo, por lo que algunos la llaman Piérides.

El monte Helicón en boecia también estaba consagrados a las musas y allí fue donde se mostraron ante Hesíodo u le concedieron el don del canto. Es decir, Hesíodo se hizo poeta gracias a las musas antes se dedicaba al pastoreo y a la agricultura. Vivió sobre el 700 a.C.

Hesíodo asignó un nombre a cada musa, pero no estableció más distinciones entre ellas, autores y filósofos posteriores atribuían a cada musa el patrocino de un campo intelectual o creativo.

Clasificación de las musas

Dejando de lado, que existen clasificaciones y genealogías diversas, elijo os presento la que tiene más consenso.

• Calíope, «bella voz», musa de la belleza, la elocuencia y la poesía épica (es decir, de los escritores en lenguaje actual). Según Hesíodo era la musa más importante porque tenía la tutela de los reyes. Se suele representar con una corona de laureles, una tablilla, un estilete y un libro.
• Clío, «gloria», musa de la historia. Introdujo el alfabeto fenicio en Grecia e inspiraba generosidad entre las personas y celebrar los triunfos de otras. Era representada con una trompeta y un libro abierto.
• Euterpe, «deliciosa», musa de la música de flauta. Se le atribuye la invención de la flauta doble, teniendo mayor efecto en la música tocada por flautas. Se representa con la misma con flauta doble o simple.
• Talía, «floreciente», musa de la comedia, del arte y de la poesía bucólica (pastoral). Se dice que otorgaba abundancia en aquellos que celebrasen grandes banquetes o populares festividades. Como características tiene una máscara burlona y un bastón de pastor en la mano derecha.
• Melpómene, «celebreada» en cantos», musa de la tragedia.  Normalmente representada portando una máscara con facciones trágicas y un cuchillo en una mano.
• Terpsícore, «deliciosa danzante», musa de la poesía coral y de la danza. También llamada ‘la que deleita en la danza‘, era conocida (según algunas historias) como la madre de las sirenas. Se representa con una guirnalda y una lira en las manos.
• Érato, «adorable», de la poesía lírica y, de la parte, más amorosa. Se representa portando una lira.
• Polimnía, «cantora de himnos», musa de los himnos y de los cánticos sagrados (poesía “sacra”). Se representa como la más seria de todas las musas, vistiendo un gran vestido blanco y teniendo una actitud seria y callada. Teniendo un dedo sobre su boca, simbolizaba la discreción, el silencio y la tranquilidad.
• Urania, «celeste», musa de la astronomía y la ciencia exacta. Protege a los astrónomos y es representada con una esfera (o globo terráqueo) en la mano izquierda y una espiga en la derecha.

Otras clasificaciones de las musas.

Pausianas afirma que Oto y Efialtes fueron los primeros mortales que realizaron sacrificios a las musas y que proclamaron al Helicón su monte sagrado. Solo distinguí tres musas: Mélete («ejercicio»), Mneme («memoria») y Aede («canto»).

Las musas en Roma fueron identificadas con unas diosas acuáticas itálicas: las Camenas. No está claro la relación porque se las consideraba dadoras de fertilidad y pasaron a ser protectoras de las novias como futuras madres. Según varios autores, también influye que carmen en latín signifique «canto, música, poema» sonando parecido.

Historia de las musas

Las musas vivían en el Olimpo cerca de las Gracias y de Hímero («deseo»). Lideradas por Apolo, el dios de la música y de la profecía, pasaban el tiempo cantando y bailando en los banquetes de los dioses.

A veces bajaban a la tierra, por ejemplo, actuaron el funeral de Aquiles o asistieron a las bodas de mortales con diosas como las de Peleo y Tetis o las de Cadmon y Harmonía.

Las relaciones de las musas con los mortales no siempre fueron bien. El rey tracio Pireneo pereció al intentar violarlas. El aedo (cantor épico de la antigua Grecia) tracio Támiris se jactó ser mejor cantor que ellas y las musas pagaron su ultraje dejándolo ciego y arrebatándole su dotes musicales. Demódoco, el aedo de los feacios en La Odisea, fue cegado por las musas aunque en compensación se le concedió el don del canto.

Las nueve hijas del rey macedonio Píero desafiaron a las musas en un certamen de canto, con las ninfas como jueces. Ganaron las musas y castigaron la soberbia de las hermanas convirtiéndolas en urracas.

Se celebró otro concurso de canto cuando Hera convenció a las sirenas de competir contra las musas. Volvieron a ganar las musas y arrancaron las plumas de las sirenas para hacerse coronas.

Las musas actuaron de jueces entre certamen entre el sátiro frigio Marsias y Apolo, perdió Marsias y fue desollado vivo.

Las musas enseñaron el famoso enigma a la esfinge con el que aterrorizaba a los ciudadanos de Tebas al no conocer la respuesta hasta la llegada de Edipo.

Descendencia de las musas

Melpómene o Terpsícore tuvieron a las sirenas.

Clío tuvo a Jacinto, fue un joven héroe amante del dios Apolo.

Talía tuvo a los coribantes, hombres con armadura, que siguen el ritmo de panderetas, cuernos, flautas y platillos que lo marcan con sus pies.

Claíope tuvo a Orfeo, famoso por viajar al inframundo para rescatar a su mujer pero pereció en el intento.

Calíope o Urania tuvieron a Lino.

Calíope o Euterpe tuvieron a Reso.

La palabra museo (Μουσεῖον, mouseoin en griego antiguo) significa «sede de las musas« y era un centro dedicado al aprendizaje y a las artes. El epíteto «décima musa» se aplicó por primera vez a las poetisa griega Safo y a otras dignas sucesoras como la novelista y ensayista inglesa Hannah Moroe (1745-1833).

Imagen de Arbetta

Te interesará saber...